Recuerdo que a partir de los 90 las autoridades comenzaron a cobrar impuestos a las personas que alquilaban a extranjeros. En Guanabo muchos arrendadores se disgustaron, porque mientras familias enteras, con el agua al cuello del periodo especial, se reducían a un cuarto estimuladas por los ingresos en divisas que en la economía ya dolarizada les generaría el hacinamiento, la localidad no contaba —ni cuenta— con un sistema de alcantarillado, ni con una red hidráulica de agua potable. La de la pila es salada y la que beben sus habitantes la compran a los pocos dueños de pozos particulares —a los que los años de explotación y la alta demanda les han incrementado el grado de salinidad— o la minoría pudiente, en las tiendas estatales que la venden (mucho más cara) en moneda convertible. Me pregunto si cuando las autoridades se jactan de sus índices de salud, en esos registros están contemplados los pacientes con parasitismo intestinal u otras enfermedades asociadas a la falta de higiene y de medidas profilácticas adecuadas.
Para evitar cuestionamientos o malestar popular pusieron en boca de sus voceros partidistas locales el argumento de que las tarifas tributarias excesivas se revertirían en el confort y mejoramiento de la comunidad del lugar. Han pasado veinte años y muchas calles desasfaltadas por la indolencia, son pedraplenes. Debido a la falta de alcantarillado y al aumento poblacional, la pestilencia desborda las fosas y olfatos a tramos y los residentes continúan limpiando, cocinando y bañándose con agua salitrosa. Cuando cortan la energía eléctrica los grifos se secan, porque el líquido es bombeado a los pobladores desde pozos estatales —también contaminados con agua salada— y si se produce una avería en el motor, deben esperar horas —a veces días— por el arreglo de la entidad pública competente, pues no cuentan con grupos electrógenos, ni repuesto previsto para esas contingencias. Los camiones de agua mineral se estinguieron de casi toda la capital, de San Juan a Ramos visitan esa localidad costera suburbana y los habitantes y sus familiares beben el líquido vital salado a diario.
Sé que los gobiernos de todos los países les cobran impuestos a los ciudadanos, pero muchos de ellos ven revertidos sus tributos en obras de diferente magnitud, variedad y cantidad que redundan, como debe ser, en beneficio colectivo, no del estado. Pero a pesar de los múltiples señalamientos y propuestas de la sociedad civil alternativa durante años para elevar nuestras condiciones y nivel de vida en pro del bien común general, las autoridades continúan con su política lucrativa para consolidar su elitismo y perdurabilidad estatales. Después de todo, a ellos no les falta ni les faltará nada, así que pueden una vez más, como tantas veces hacen, lavarse las manos.
When your making a bag or dress would you sew in the lining after you sew the outside or do you have to put it in separate along with why?.
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un poco mas de eso mismo
cuando yo empece a trabajar en el 1968,ya sabia que yo ganaba 135 y solo me pagaban 113 pesos porque el resto eran impuestos que se pagaban, que los pagaba la empresa al gobierno y en la practica siguio siendo asi, las administraciones siguieron pagando al gobierno los impuestos pero todo se quedo a nivel de oficina de personal y contabilidad, mas nadie hablo de eso, porque el maximo amo de los cubanos, el que mas nos odia, el que mas nos desprecia, ese ser supremo borro todo a su antojo y ahora aparece con que hay que pagar impuestos.
como eso duro 5 decadas pues los cubanos que estan CASI todos dormidos en su miseria, ni saben de esto,
y desgraciadamente se refugian en el alcohol , se esconden en su miseria, ven la novela brasilena o se marchan de cuba,, y mas lamentable todavia, mas todavia,, es que regresan de inmediato,, con el pretexto de que tienen familia que querer.
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me gusta la actualidad que siempre se encuentra aqui
y el enfoque , lo objetivo
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Amiga Rosa.Exelente tu articulo.un abrazo,Arnaldo.
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