¿Opiniones liberadoras?


Leyes dictatorialesLa expresión «se cae de la mata» se usa mucho en Cuba para acuñar que algo se sobreentiende por lógica deducción. Es decir, que debido a la experiencia y a la reiteración de los códigos narrativos, muchos sabemos o suponemos el final antes de que nos terminen de contar la historia.

La periodista Talía González, de la cual se rumora que es la pareja del «presidente fraternal» Raúl Castro, conduce un programa de televisión llamado «Cuba dice», que al parecer su sentido fundamental es incitar a las personas a hablar de algunos de los temas acuciantes de la sociedad cubana. Ninguno crítico del gobierno, por supuesto. El fenómeno resulta interesante porque aparentan que quieren mutar el gen de la democracia —para dar la imagen de que aquí hay libertad de expresión— de cara a las relaciones gubernamentales con los países latinoamericanos, en los que aún hay cierta prensa libre y pluripartidismo, a pesar de la censura, los altibajos emotivos y las rabietas dictatoriales de algunos de sus caudillos.

Hace unos días llamó mi atención una emisión en la que hablaron de los problemas planteados en programas anteriores, que hasta el presente no se habían solucionado y que ni siquiera tenían respuesta de los organismos competentes. Una burócrata entrevistada —seguramente conocedora de la purga que a las autoridades les gusta llevar a cabo a los que están por debajo de la cúpula del poder— dijo que se debía sancionar o relevar del cargo a los funcionarios o entidades que no atienden ni se ocupan las dificultades que expresa la población en el espacio televisivo. No pensó en cuántos antes que ella quizás dijeron lo mismo a lo largo de once lustros y después fueron castigados con el mismo látigo moral. Otro consultado afirmó que en definitiva las empresas son del estado y que ese es el llamado a dar respuesta y a resolver lo citado en «Cuba dice».

Estoy segura de que la mayoría de los televidentes coincidimos con este último. Se cae de la mata que si los dirigentes que cuentan con poder real y recursos no enfrentan ni solucionan los problemas de la sociedad de manera satisfactoria o no son capaces de hacerlo, es hora de que sean sustituidos por quienes sí lo hagan. También lo es que ningún pueblo elige a gobernantes ineptos que ignoran sus malestares y necesidades y dilapidan los recursos del país.

Es tanto el terror que le han impuesto a la sociedad que tienen que valerse de argucias televisivas para incitar a la población a que suelte la lengua, siempre que no la suelte demasiado. Pero en lugar de vergüenza, ese temor social es la herramienta de la que se vanaglorian y con la cual se consolidan los tiranos.

Acerca de Rosamaría Rodríguez Torrado

La rosa descalza, es el blog de una cubana que emite sus opiniones a rostro desnudo desde La Habana, Cuba. Una rosa sin máscaras...
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Una respuesta a ¿Opiniones liberadoras?

  1. josefina lopez dijo:

    veo que estas al tanto de la realidad .

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