El síndrome de Anduriña

En los 60s el dúo español de Juan y Junior popularizó una canción de nombre «Anduriña», que aún hoy se escucha en algunos programas de radio en Cuba, en CDs pirateados, y también se les oye versionar una y otra vez en la televisión y los cabarets a los nostálgicos de la llamada «Década prodigiosa». El tema trata de una niña llamada Anduriña, que se escapó de su pueblo, y en una parte del texto de la canción apuntan que «voló» y le piden que «torne pronto a puerto».

La revolución de 1959 nos trajo el fuguismo de los cubanos hacia cualquier parte; eso ya no es noticia para casi nadie, ni tampoco lo es el convenio conyugal que adecuan y priorizan una gran cantidad de nuestras jóvenes féminas con el fin de emigrar. Así, muchos países incrementaron sus poblaciones con nuestros compatriotas, que como emigrantes anduriños escaparon de su tierra para tener una vida mejor en libertad. Ha sido un proceso muy largo el cubano, y el coste económico, político y social altamente elevado. Pero la demografía cubana diseminada por el mundo puede ser el bumerán que ayude a reconstruir nuestro país y a reconciliar a nuestra nación.

Espero que en el futuro nadie sea compulsado a emigrar porque le saqueen los derechos y las libertades en su propia tierra. También espero y deseo que algún día nuestros anduriños puedan mirar hacia su frontera patria con todas las garantías legales y «tornen pronto a puerto» para ayudarnos a reparar el desastre en que los corsarios de la dictadura han sumido a Cuba por más de medio siglo.

«Padremuerto que estás en una foto (en muchas),
y en muchas primaveras
—en los muertos vivientes del ancho estrecho
y en los vivos murientes por la iniquidad—;
en un sueño de libertad que nunca se hizo visa
y en la continua denegación de la visa de la libertad.
En una lista de espera del largo de un país
y en un país presidio aletargado que espera…»

Fragmento de mi poema ‘Padremuerto’.